Si las lentes son convencionales, todas las noches al sacarlas deben limpiarse con un detergente especial para lentes blandas. Se dispone la lente como si se fuera a colocar en el ojo y en la concavidad se vuelca una gota de detergente (cualquiera que diga "para lentes blandas"). Luego se enjuaga bien con agua bidestilada o solución salina o multipropósito, en los lugares donde el agua no es muy salina o no presenta exceso de partículas coloridales, puede usarse agua corriente.Para evitar pérdidas, se recomienda no enjuagar debajo del chorro de la canilla, sino llevar un vaso con agua y sumergir allí los dedos con la lente, frotándola hasta sentir que se ha eliminado el limpiador. Reserve el mismo recipiente boca abajo para que no haya contaminación. El lavado de la lente debe hacerse ni bien se saca para remover en caliente los detritus que el deja la lágrima y la influencia externa (smog, maquillaje). Porque si se guarda con la intención de hacerlo al otro día, la suciedad penetra en la trama de la lente y lo que queda en la superficie se endurece. Es más difícil de sacarlo y ésto hace que la lente pierda elasticidad y transparencia. Además, si se lava con detergente justo antes de colocarla, por mejor que crea enjuagarse, puede quedar algún resto del mismo e irritar la conjuntiva, mientras que si realizamos la higiene nocturna, aunque quede un residuo, éste se diluirá en el conservador que acuna la lente.

Conservadores de lentes de contacto blandas hay muchos y muy buenos, generalmente es el contactólogo quien sugiere tal o cual, según el usuario. Solo nos permitimos sugerir la practicidad de aquellos que se expenden con un estuche adjunto que permiten la renovación periódoca del mismo, previniendo contaminaciones que, a veces, superan la acción de los conservantes.

Los conservadores deben cambiarse a diario. Una vez enjuagada la lente, debe colocarse en el estuche y ser cubierta por el conservador sin que ésta rebalse porque en ese caso, puede arrastrar la lente hacia los bordes y dañarla al enroscar la tapa. Dejar descansar toda la noche. Al otro día, retirar y colocar directamente, a no ser que el conservador requiera enjaugue. Es reconfortante colocar en éste momento, una gotita en cada ojo de gel humectante, que hace sentir más suave el parpadeo y al tener consistencia de gel, no se evapora tan rápido como la lágrima artificial. Dependiendo de la calida de la lágrima que cada paciente, deberá ser el uso de los humectantes. Influye también el medio ambiente y las condiciones ambientales, por ejemplo, estar frente a una estufa, en una habitación con fumadores, cocinar, etc. Entonces, una gotita no solo humecta sino que limpia la lente sin sacarla. Considerese imprescindible el uso de lentes de sol de calidad óptica. De todas maneras, las gotitas humectantes no tienen contraindicaciones, pero si se necesitan más de seis veces por día durante todos los días, es recomendable hacer una consulta profesional, porque puede estar la lente sucia o tener un problema de ojo seco.

Para las personas que llevan lentes de contacto de uso permantente, recomendamos para su confort, colocar una gotita de humectante antes de dormir. Cuando uno mismo debe colocarse gotas en los ojos, debe cuidar que la punta del gotero quede en el aire para no contaminarse, como suele suceder si toca los anexos del ojo. Si resulta difícil, puede hacerse como con los niños: con la cabeza hacia atrás y los ojos cerrados, se tira una gota sobre el ángulo interno de los párpados; luego al abrir los ojos, la gota corre hacia adentro.

Nunca compartir gotas oftálmicas ni cosméticos para ojos para evitar contagios.

Si usa lentes descartables, de reemplazo mensual, al quitarlos se colocan directamente en el estuche con el multipropósito recomendado por el contactólogo.

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