Medicamentos tópicos
 
 

Es cada vez mayor el número de pacientes con trastornos de visión que recurren a las lentes de contacto, cuya amplia variedad refleja los grandes adelantos logrados. Un ejemplo del progreso alcanzado es la posibilidad de usar las lentes de forma permanente, lo que resulta muy conveniente para muchos pacientes que tienen trastornos de la visión diferentes a la miopía. Dentro del grupo que actualmente usa lentes de contacto hay un buen número de pacientes ancianos con afaquia y otros que requieren lentes apósito con fines terapéuticos; algunos de ellos tienen grandes probabilidades de recibir medicamentos tópicos, sistémicos o ambos. Es bien conocido el hecho de que ciertos fármacos pueden ocasionar efectos contrarios si se combinan con el uso de lentes de contacto.

EFECTOS DE LOS MEDICAMENTOS LOCALES

Los medicamentos administrados localmente son a menudo capaces de alterar la composición de las lágrimas, la respuesta farmacológica a las sustancias químicas y, algunas veces, Tas propias lentes. Por esta razón ha de obrarse con cautela cuando se considera el empleo de ciertos medicamentos en pacientes que llevan lentes de contacto.

El empleo de sustitutos de las lágrimas, de hidratantes de las lentes, de humedecedores y de gotas limpiadoras oculares no suele ser nocivo para las lentes blandas, semirrígidas o rígidas. Sin embargo, los pacientes que usan lentes de contacto son más propensos a sentir molestias inmediatamente después de la instilación de las gotas, por inocuas que éstas sean. Esta respuesta se debe tal vez a algún trastorno metabólico y a edemas corneales preexistentes, secundarios al uso de las lentillas. Puesto que el buen funcionamiento de las lentes de contacto depende en buena parte de la dinámica normal del flujo lagrimal, cualquier medicamento local que reduzca el tiempo de rotura del filme lagrimal (TRFL) y trastorne la proporción o distribución de los componentes mucoide, acuoso y lípido de la secreción lagrimal puede causar problemas transitorios. No debe sorprender que, en teoría, todos los medicamentos locales que no hayan sido creados específicamente para su empleo con lentes de contacto o como sustitutos de las lágrimas sean capaces de reducir el TRFL y de alterar la integridad del filme lagrimal. Afortunadamente, en la mayoría de los casos este efecto dura poco tiempo: rara vez excede de 5 a 10 minutos después de la aplicación de la dosis.

EFECTOS FARMACOLOGICOS

Por lo general, se exagera al hablar de los efectos farmacológicos producidos por los medicamentos administrados localmente en presencia de lentillas blandas (hidrófilas). Se aducen tres razones principales para explicar la aparición de los mismos a) Las lentillas pueden prolongar el tiempo de permanencía del medicamento o aumentar su tiempo de contacto. b) Estas lentes pueden absorber y concentrar algunos medicamentos y luego liberarlos gradualmente durante un tiempo prolongado. c) Puede haber un incremento en la absorción del fármaco, atribuible a los defectos en la córnea que invariablemente se encuentran en los usuarios de lentillas. En estos pacientes se ha visto una respuesta midriática anormal derivada de la instilación de una cantidad tan escasa de sustancia como la contenida en una gota de clorhidrato de fenilepinefrina al 0,125 % Esta respuesta farmacológica exagerada a los medicamentos se ha empleado en la clínica para obtener resultados deseados que normalmente no se consiguen en ausencia de lentillas blandas.

La naturaleza del vehículo de la medicación puede tener efectos importantes sobre la comodidad y el empleo de la lente. Las soluciones claras son las que ocasionan menos problemas. Las composiciones o suspensiones oleaginosas, administradas mientras se usan las lentes, pueden causar incomodidad e intolerancia de las lentes.

La instilación repetida de soluciones que contienen epinefrina, fenilepinefrina u otros adrenérgicos fácilmente oxidables han producido manchas en las lentes blandas.
La administración local de determinados fármacos que son de por si hipertónicos, como la sulfacetamida sódica al 10 % o el clorhidrato de pilocarpina al 8 %, puede producir deshidratación de las lentes blandas, cambios en la configuración geométrica y temporal incomodidad. Las lentes de más alto contenido acuoso son más susceptibles a estos efectos. Cuando los medicamentos tópicos tienen un pH bastante lejano al ideal de 7,4 producen intolerancia transitoria a las lentes y disminución de la agudeza visual.

Un pH anormalmente ácido favorece la deshidratación de la lente y provoca aumento en la curvatura de algunas lentes hidrófilas o poliméricas, particularmente de aquéllas que tienen grupos funcionales ácidos en su matriz. Por el contrario, un pH básico propicia la hidratación y el aplanamiento de las lentes.

Al comenzar el empleo clínico de las lentes blandas, se desató una gran controversia acerca de los posibles problemas que se originarían por la adición de preservativos a los medicamentos oculares. Por ulteriores consideraciones, estudios y experiencias, se llegó a la conclusión de que la cantidad absoluta de cualquier preservativo presente en una sola gota de un medicamento ocular no es suficiente para ocasionar una concentración anormal de agentes potencialmente nocivos para las lentes. No obstante, sigue siendo necesario prestar especial atención a los preservativos empleados en las soluciones para la desinfección, el aclaramiento y conservación de las lentes blandas, puesto que se usan grandes volúmenes de estas Soluciones diariamente y, en particular, en soluciones pensadas sólo para lentes rígidas. El empleo incorrecto de soluciones que contienen cloruro de benzalconio y clorobutanol ha producido serias irritaciones oculares. La aparición de soluciones amortiguadas, libres de preservativos y en unidades fraccionadas, para el mantenimiento de las lentes blandas ha resuelto muchos problemas producidos por los preservativos.

EMPLEO DE LAS SOLUCIONES PARA DIAGNOSTICO

Está contraindicado el uso de soluciones que contienen fluoresceína o rosa de Bengala en los pacientes que llevan lentillas hidrófilas. Estos colorantes se concentran en los materiales de las lentes blandas y sólo pueden ser elimina dos mediante lixiviación repetida con soluciones salinas, a temperaturas elevadas y durante largos períodos de tiempo. Para evaluar la adaptación de las lentes blandas, puede utilizarse una solución de Fluorexon * (un dímero de la fluoresceína de alto peso molecular) que no se concentra tan rápidamente en las lentes hidrófilas.

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